domingo, 22 de febrero de 2009

Uno de pericos

Para llegar a su casa un señor tenía que pasar frente a la casa de un vecino que tenía un perico. Cada vez que pasaba por allí el perico le gritaba. ¡Cornudo!
El señor le pregunta a su esposa que si sabe por qué hace eso el perico y ella le dice que no sabe que talvez es lo único que sabe decir.
Al día siguiente , cuando el señor pasa frente al perico oye que le grita: ¡Cornudo y chismoso!